Los cepillos de bambú han ganado popularidad en los últimos años y su consumo se ha extendido más allá de los usuarios más preocupados por su huella plástica, hasta formar parte indispensable de los básicos de aquellos que empiezan su camino dentro del zero waste.
¿Cuál es el problema de los cepillos de plástico?
En la actualidad, se calcula que el 1% del plástico en el mar son cepillos de dientes. Sólo en España, cada año se fabrican 160 millones de cepillos de dientes, que tardan una media de 400 años en descomponerse y cuyo reciclaje es muy complicado, ya que están formados principalmente por una mezcla de plásticos, cuyo origen proviene de fracciones pesadas del petróleo y, encima, la mayor parte de la gente los deposita en el contenedor equivocado.
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Además, los cepillos de dientes tienen un tamaño pequeño, por lo que cuentan con la complicaciones que podemos ver con los microplásticos, ya que en su transporte es fácil que se pierdan unidades y estas pueden acabar en cualquier resquicio, además de ser transportadas de forma muy fácil por los elementos hasta ríos y mares.
Para saber más sobre los plásticos pesados y su composición, echa un ojo a nuestro post ¿Qué es el plástico?
¿Por qué es importante usar un cepillo de dientes de bambú?
Enfrente de esta problemática, aparece el cepillo de bambú, cuyo origen es el llamado bambú de invierno, una variedad de bambú que cuenta con una de las tasas de crecimiento más altas del reino vegetal y no supone un impacto grave para su ecosistema.
Además de su sostenibilidad, la madera de bambú cuenta una alta resistencia y gran flexibilidad y, al contrario de los elementos hechos con madera, esta planta es un arbusto, no un árbol, por lo que no es necesario talarlo por completo para poder extraer el material.
También entra en juego su huella de carbono. Se ha calculado que, entre la producción, transporte y distribución de estos dos tipos de cepillos de dientes, se estima que la huella de carbono de un cepillo de dientes de plástico es casi 37 veces mayor que la de uno de bambú.